La tensión alta puede llegar a desarrollar una adicción coronaria.
La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias, que son grandes vasos por los que circula la sangre en el organismo. Se considera que la persona presenta hipertensión cuando su tensión arterial es demasiado elevada.
Para establecer el diagnóstico de hipertensión se han de tomar mediciones dos días distintos y en ambas lecturas la tensión sistólica ha de ser superior o igual a 140 mmHg y la diastólica superior o igual a 90 mmHg.
Entre los factores de riesgo modificables figuran las dietas malsanas (consumo excesivo de sal, dietas ricas en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y verduras), la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol y el sobrepeso o la obesidad.
Asi también, existen factores de riesgo no modificables, como los antecedentes familiares de hipertensión, la edad superior a los 65 años y la concurrencia de otras enfermedades, como diabetes o nefropatías.
Pueden presentarse síntomas como cefaleas matutinas, hemorragias nasales, ritmo cardiaco irregular, alteraciones visuales y acúfenos. La hipertensión grave puede provocar cansancio, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares.
Sin embargo, la única manera de detectar la hipertensión es recurrir a un profesional sanitario para que mida nuestra tensión arterial. Se trata de un proceso rápido e indoloro que también podemos hacer nosotros mismos con un aparato automático, si bien es importante que un profesional valore el riesgo existente y los trastornos asociados
Recientemente, se ha publicado un estudio dirigido por expertos del Centro de Innovación Colaborativa de Genética y Desarrollo de la Universidad Jiao Tong de Shanghái, en China, y publicado en la revista General Psychiatry, que quiere arrojar luz a este asunto. En esta investigación se tratan las relaciones causales genéticas entre la presión arterial y la ansiedad, los síntomas depresivos, el neuroticismo y el bienestar subjetivo.
¿Cómo puede reducirse la carga de la hipertensión?
Reducir la hipertensión previene infartos, accidentes cerebrovasculares y daños renales, además de otros problemas de salud.
Prevención
Reducir la ingesta de sal (a menos de 5 g diarios)
Consumir más frutas y verduras
Realizar actividad física con regularidad
No consumir tabaco
Reducir el consumo de alcohol
Limitar la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas
Eliminar/reducir las grasas trans de la dieta
Control
Reducir y gestionar el estrés
Medir periódicamente la tensión arterial
Tratar la hipertensión
Tratar otros trastornos que pueda presentar la persona
Fuente: Alimente+
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