La Autoridad Nacional del Agua (ANA) comentó que el almacenamiento de agua ha disminuido en 21%. Sedapal pide a la población cuidar y el uso del agua en la capital.
Después de 4 décadas, el caudal de los ríos Rímac, Lurín y Chillón, ubicados en Lima, se encuentra en su punto más bajo. En comparación al 2021 donde el río Rímac tenía un nivel de 0,9 m, que es el promedio en esta época del año, actualmente su caudal es de 0,54 m, a su vez, el río Lurín y Chillón están casi al 50% de su nivel promedio, señala el ingeniero Manuel Collas, director de Planificación y Desarrollo de Recursos Hídricos de la ANA.
Desde el pasado mes de setiembre, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) advirtió de la falta de lluvias en diez regiones de la sierra central y el sur del país, tales como Áncash, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Arequipa, Puno, Moquegua y Tacna. Este fenómeno disparó las alarmas en cuanto al suministro de agua en Lima y Callao, que depende de las lluvias para abastecer los reservorios de Sedapal. La sequía en la sierra central y el uso irresponsable del recurso podrían afectar el abastecimiento de agua potable para aproximadamente 10 millones de personas.
Peligra almacenamiento
En esa línea, Sedapal ha detallado que los niveles de almacenamiento de agua han disminuido en un 21,5% por los motivos ya mencionados. Hasta noviembre, tenían previsto almacenar 130 millones de metros cúbicos (MMC) de agua; no obstante, solo se logró 102,5 MMC. Un nivel tan bajo no se observaba desde hace seis años.
Al respecto, la gerenta comercial de Sedapal, Katia Ochoa, subrayó que esta ausencia de lluvias se da "todos los años", pero que su institución viene haciendo un trabajo coordinado con el Senahmi y que el normal abastecimiento de agua está garantizado "de noviembre hasta marzo" del próximo año.
Para el investigador y director ejecutivo del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes) Laureano del Castillo de prolongarse estas sequías en el Perú, la nutrición de más de 16,6 millones de peruanos se volvería vulnerable. La situación se pone más crítica en el caso de aquellos 6,8 millones de personas que no comen en uno o más días.
Ante ello, la funcionaria de Sedapal resalta la importancia de concientizar a la población desde ahora para que haga un uso responsable del agua, ya que es algo que depende de cada uno y ayudaría a no tener que tomar medidas de dosificación, como sucede en Cusco y Cajamarca. El desperdicio de agua se suma a los cambios climáticos y calentamiento global, que generan distorsión en el proceso de las lluvias, añade.
“En Lima decimos que el agua es muy cara, pero la desperdiciamos al regar con agua potable, al dejarla correr mientras lavamos el carro o nos aseamos los dientes. No somos conscientes de que vivimos en la ciudad más grande en medio del desierto, después de El Cairo”, añadió el investigador de Cepes.
Recomendaciones
En tanto, Sedapal refiere que el agua se desperdicia al jugar carnavales, armar piscinas, lavar el carro con manguera, dejar caños abiertos, no usar un vaso al cepillarse los dientes, tomar duchas largas, entre otras acciones que se pueden evitar. “La responsabilidad es de todos”.
Para ello, Sedapal se encuentra impulsando la campaña 'Es Hora de Valorar el Agua' que incide en la educación sanitaria en los colegios, para que los hábitos de cuidado del agua inicien desde temprana edad.
"¿Qué podemos hacer? Contribuir ahora para evitar que las siguientes generaciones se queden sin agua. ¿Cómo lo hacemos? Haciendo un uso racional en situaciones muy cotidianas: ducharnos procurando que la llave esté abierta no más de 5 minutos; no dejar el agua correr al cepillarnos los dientes, sino usar un vaso con agua; cuando nos lavamos las manos, no dejar el caño abierto", explicó.
Fuente: La República
Comentarios