Musk insistió el jueves en que el camión cargado, con un peso total de casi 37 toneladas, puede recorrer 805 kilómetros sin recargar su batería.
El fabricante de automóviles estadounidense Tesla entregó su primer camión eléctrico, el Semi, construido para hacer frente a viajes largos con el andar de un sedán deportivo, y con miras a revolucionar el incipiente mercado de los vehículos pesados a batería.
“Parece que vino del futuro”, dijo el jueves el jefe de Tesla, Elon Musk, mientras entregaba las llaves del Semi a los ejecutivos de PepsiCo en la planta de fabricación de Tesla en Nevada.
Con su elegante diseño, el Semi ha sido muy esperado desde que Musk presentó un prototipo en el 2017, pero el lanzamiento de la producción a gran escala se retrasó mucho más allá de la expectativa inicial del 2019.
“Es una locura todo lo que ha pasado en cinco años (...) pero aquí estamos. Es real”, expresó Musk.
Otros fabricantes de automóviles ya ingresaron al mercado de los camiones eléctricos, desde los tradicionales Daimler, Volvo y BYD de China, hasta nuevas empresas, como la estadounidense Nikola.
Estas firmas de la competencia ya comenzaron a realizar sus entregas y tienen muchos pedidos en espera.
Sin embargo, el camión que “el mercado ha estado esperando (...) es el de Tesla”, sentenció Dave Mullaney, especialista en transporte del grupo de expertos en sustentabilidad RMI.
Los fabricantes tradicionales lo que hicieron principalmente fue convertir sus camionetas diseñadas para combustible diésel en camionetas eléctricas.
El Semi de Tesla, en cambio, “fue pensado para ser eléctrico desde el primer diseño”, señaló Mullaney. Y si el vehículo está a la altura de las expectativas, “marcará una gran diferencia”, agregó.
Musk insistió el jueves en que el camión cargado, con un peso total de casi 37 toneladas, puede recorrer 805 kilómetros sin recargar su batería, mientras la actual gama de vehículos eléctricos ofrece una autonomía de 400 a 480 kilómetros.
El Semi de Tesla tiene “toda la potencia que se necesita para hacer el trabajo”, explicó Musk, asegurando que el vehículo “cambiará las reglas de juego” del mercado.
Transporte consciente del medio ambiente
El uso de vehículos ligeros eléctricos para cortas distancias ha ido en constante crecimiento, pero las nuevas regulaciones están llevando a acelerar la transición y desarrollar capacidades de transporte a distancias largas.
El estado más poblado de Estados Unidos, California (oeste), aprobó una ley que elimina gradualmente los camiones con motor de combustión, emulada desde entonces por otros estados. También se espera que la Unión Europea debata normas similares en los próximos meses.
Y en el ámbito de las relaciones públicas, las empresas también se enfrentan a la presión de tomar medidas más conscientes del medio ambiente.
Las firmas que no se comprometen con una estrategia de descarbonización, algunas porque dicen que están esperando que mejoren las tecnologías, “se están quedando atrás”, dijo Marie Cheron, de la asociación Transport & Environment, con sede en Europa.
Si bien constituyen una pequeña parte de los vehículos en las rutas, los semirremolques que funcionan con diésel representan aproximadamente una quinta parte de las emisiones nocivas para el planeta ocasionadas por el tráfico automotor, según Musk.
Mike Roeth, director de la NACFE, una oenegé que trabaja para la eficiencia del transporte de mercancías en Norteamérica, indicó que otra motivación para la transición es que los conductores que los probaron “quedaron encantados con los camiones eléctricos”.
“Son silenciosos, no hay emanaciones del caño de escape, son más fáciles de conducir”, explicó.
El precio, factor clave
Para que la adopción de los camiones eléctricos se acelere, su autonomía debe estar a la altura de las promesas y sus baterías deberían reducirse, explicaron varios analistas a la AFP.
La infraestructura para la carga también debe permitir recargar varios camiones simultáneamente y tener capacidad de almacenamiento ante eventuales cortes de energía.
El factor más importante, sin embargo, será el precio.
Tesla había indicado en 2017 que ofrecería dos versiones del Semi, una a 150.000 y otra a 180.000 dólares, pero en el evento del jueves no se dio ninguna indicación de precio.
Mullaney señaló que hoy cuesta un 70% más comprar un camión eléctrico que comprar un camión diesel, pero en términos de combustible y mantenimiento, es más barato.
Tras esta primera entrega, Tesla ahora debe “demostrar que puede producir a escala” amplia, opinó de su lado el analista de Wedbush Securities, Dan Ives.
A fines de octubre, Musk dijo que Tesla tiene como objetivo fabricar 50.000 Semis para 2024.
Pero lamentablemente, según Ives, Musk está enfocado en su su última adquisición, Twitter, y “el espectáculo circense está ensombreciendo lo que debería ser un gran momento en la historia de Tesla”.
Fuente: AFP
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